Liberando la Violencia de Nuestro Campo Cuántico

La conocida frase: mente sana en cuerpo sano, da a entender que primero hay que cultivar la salud del cuerpo para que la mente pueda estar sana también.  Ahora bien, más y más personas están llegando a la conclusión de que las deficiencias en la salud son el resultado de un desequilibrio, bien de nuestra energía mental, bien de nuestra energía emocional o de ambas. Este desequilibrio es el reflejo del desequilibrio que ya reina en el pensamiento y sentimiento colectivo de la humanidad, y al ser colectivo, surgen las llamadas enfermedades “de moda”.

Cuando una forma errada de pensar o de sentir toma la suficiente fuerza, la perturbación que surge de allí, viaja como una ola que trasciende las dimensiones del ser humano, hasta llegar al cuerpo físico.

El propósito de este efecto: energía sobre cuerpo, que viene a traducirse en enfermedad, es hacer consciencia de nuestro error. Un hombre o mujer sabio(a) debería tomar consciencia de estos comportamientos internos que bajan su energía, y entonces los solucionaría a prontitud. Sin embargo, la mayoría de las personas no han sido preparadas para verse a sí mismas, para tomar consciencia de su propia actividad mental y emocional.

Si tomas un diccionario de biodescodificación, encontraras que ya han sido traducidos una vasta cantidad de enfermedades, mostrando cuáles son sus orígenes psicológicos. Con todo, lo ideal es no lidiar con la enfermedad, sino lograr anticiparse a su generación a través de técnicas psicológicas y espirituales, que nos enseñan a identificar el problema cuando se está gestando.

Así pues la salud física o el cuerpo sano, deviene de tener nuestras energías psicológicas equilibradas: la mente sana. Esto es: cuerpo sano en mente sana, y no al revés.